Las etiquetas para logística son una de las principales herramientas que permiten una correcta trazabilidad de productos y procesos industriales, por eso es necesario conocer los atributos de un etiquetado adecuado.
Definiendo la trazabilidad
La trazabilidad es el conjunto de procesos para rastrear e identificar mercancías durante su producción y distribución. A través de métodos y herramientas especializadas podemos conocer de forma sistemática el trayecto de un producto. Con eso se puede rastrear desde el origen de la materia prima hasta su llegada al consumidor final.
Varios factores han sumado importancia a realizar una correcta trazabilidad de los productos que se llevan al mercado. Estos factores han hecho que las compañías implementen este proceso como parte primordial de su cadena de suministro. Entre otros factores podemos destacar:
- La globalización de la economía con flujos de mercancía cada vez más complejos.
- El auge del comercio electrónico.
- La creciente conciencia de los consumidores para adquirir productos confiables.
- Un mayor control en las políticas gubernamentales que rigen la fabricación y distribución de productos.
También conocida como rastreabilidad, podemos identificar dos modelos dependiendo de su campo de aplicación: la trazabilidad interna es el análisis del proceso de producción interno en una compañía; la trazabilidad externa consiste en evaluar las etapas que suceden al producto fuera de la fábrica, por ejemplo, el embalaje, transporte, etcétera.
Por otro lado, existen dos variantes de trazabilidad de acuerdo a la etapa en la que se lleva a cabo: la trazabilidad ascendente (tracking) examina los elementos involucrados en la manufactura antes de ser adquiridos por la fábrica, tales como la materia prima, herramientas, maquinaria y empaques; la trazabilidad descendente (tracing) controla la mercancía que sale de la fábrica hasta su llegada con al consumidor final.
Llevar a cabo las cuatro variables de trazabilidad en la logística de un producto, permite controlar y estandarizar en su totalidad los la calidad que buscan los consumidores.
Norma ISO
La Organización Internacional para la Estandarización, en su Norma ISO 9001, determina los requisitos para identificar y rastrear las mercancías con los siguientes estatutos:
- Se deben utilizar los medios adecuados para identificar productos cuando sea necesario para garantizar la conformidad del consumidor.
- Identificar el estado de los productos respecto a los requisitos de monitoreo o medición a lo largo de la producción.
- Controlar e identificar la única de las salidas cuando la rastreabilidad es un requisito y debe ser documentada.
Beneficios de una correcta trazabilidad
Las ventajas de realizar una trazabilidad adecuada abarcan beneficios tanto para las empresas productoras, distribuidores y consumidores. Podemos enumerar los principales en los siguientes puntos:
- Un mayor control de calidad al homogeneizar los procesos.
- Control de inventarios y cadena de transporte para mejorar los tiempos de distribución y entrega.
- Identificar fallas oportunamente y solucionarlas de forma eficaz.
- Localizar y retirar del mercado mercancías afectadas o defectuosas.
- Mejorar la imagen de la marca y generar confianza en el consumidor.
- Aumentar la productividad identificando puntos críticos en la cadena.
- Cumplimiento de normas y leyes requeridas para la distribución y venta de productos.
- Más agilidad en la transmisión e interpretación de la información.
El rol de las etiquetas para logística en los procesos de trazabilidad
Las etiquetas para logística desempeñan un papel fundamental en el control, registro, almacenamiento, y distribución de mercancías. Permiten contar con un sistema de identificación visual y/o virtual confiable y estandarizado, necesario para el funcionamiento de cualquier cadena de producción.
Una etiqueta funciona como un medio que transmite información importante del producto de una etapa a otra o de un proveedor al siguiente. De esta forma los datos llegan de manera precisa y confiable.
Las etiquetas permiten que el producto en sí, o bien su empaque, lleve los datos necesarios a través de códigos o lenguajes universales y de fácil interpretación. Los códigos de barras, números de lote, fechas de caducidad, información del productor, advertencias de seguridad y lugar de destino, los encontramos generalmente en una etiqueta.
Un ejemplo son los códigos de barras, que dotan a las etiquetas de códigos únicos que contienen información en un lenguaje universal, a través de sistemas UPC o EAN, establecidos por la organización mundial GS1.
Una vez que el producto cuenta con las etiquetas de identificación necesarias, se requiere un sistema codifique y registre los datos. Hablamos de dispositivos como los lectores de códigos de barra, acompañados de un software que traduce la información para que sea correctamente interpretada por el personal.
Así, la tecnología ha provisto soluciones de logística con costos muy accesibles para las empresas de todo el mundo, que han adoptado el uso de etiquetas como su principal medio de identificación en los procesos de trazabilidad.
Tipos de etiquetas para logística y trazabilidad
Según la etapa del proceso que se quiere registrar, existen una gran variedad de etiquetas para logística disponibles, así como distintas técnicas de impresión y materiales a utilizar. Esto permite que las etiquetas se adecúen a las necesidades específicas de cada compañía.
Entre las más utilizadas se encuentran las etiquetas de identificación ‘blancas’, es decir, que no contienen información. Con la ayuda de un Ribbon y una impresora de transferencia térmica, será posible para la empresa imprimir la información deseada para identificar sus productos. La mayoría de las veces están hechas de papel.
Las etiquetas de seguridad son un insumo que cada vez tiene mayor demanda, debido a la necesidad de proteger los productos al pasar por las manos de elementos externos a la compañía como transportistas, almacenes y paqueterías.
La distribución en tiempo y forma es un elemento primordial para competir por una buena reputación en el mercado. Es por eso que las compañías que buscan posicionarse entre los consumidores utilizan etiquetas para racks en sus almacenes.
Existen también etiquetas para almacén de usos muy específicos. Por ejemplo, las etiquetas de congelación o refrigeración, útiles para alimentos, bebidas y otros productos que requieren conservarse en ambientes húmedos.
Estos son tan solo algunos ejemplos de todas las posibilidades que las etiquetas ofrecen para optimizar la trazabilidad. Esto las ha posicionado como un pilar fundamental en la logística de mercancías.
Características de una etiqueta adecuada para trazabilidad
En la búsqueda de las mejores etiquetas para la logística, hay propiedades que no se deben pasar por alto. Aunque cada compañía podría requerir características muy específicas, estas son las más fundamentales.
Resistencia: es importante que tanto el material de la etiqueta como los datos impresos en ellas soporten las condiciones a las que el producto o su empaque van a ser expuestas. Puede ser el caso de humedad, altas o bajas temperaturas, abrasión, exposición al sol, etcétera.
Puedes optar por materiales y técnicas de impresión resistentes a condiciones extremas, como el ribbon de transferencia térmica sobre etiquetas sintéticas, que tienen una resistencia de hasta -40 °C y son completamente impermeables.
Legibilidad: la información debe ser nítida y de calidad suficiente para que pueda ser entendida a simple vista y por los dispositivos de lectura. Algunas opciones son las etiquetas con una cubierta que elimina el brillo para una mejor lectura.
Tiempo de vida: además de la resistencia a condiciones ambientales, la etiqueta debe durar el tiempo necesario hasta que el producto llegue al consumidor final, incluso si permanece almacenado por varios meses o años. Una buena opción son las etiquetas hechas de plásticos durables que dan un tiempo de vida de al menos 5 años.
Agarre: ya sea que las superficies en la que vas a colocar la etiqueta de identificación sea metal, madera, cartón o plástico, se debe contar un adhesivo resistente y durable. Lo mejor es conseguir etiquetas autoadhesivas que tengan un muy buen agarre, que no se seque y se despegue con el tiempo.
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J. Romo