Llevar a cabo el proceso de embalaje requiere de la disposición de productos adecuados, así como, la aplicación de manera correcta de los mismos, con el fin de conseguir un buen o mejor rendimiento y garantizar el traslado de los productos sin ningún inconveniente. Tal es el caso de la inclusión del emplaye, que es un material de embalaje que consta de una película de plástico altamente elástica.
Sin duda, representa una forma de proteger los productos de distintos factores y elementos ambientales, ayudando a estabilizar la carga para su almacenamiento y transporte.
Es indispensable tener presente los resultados del emplayado, además de la aplicación de la película correcta, es importante considerar las condiciones de transporte de la mercancía y otros factores en general.
Considerando la ruta de transporte que se llevará a cabo con los productos, así como, las condiciones o factores climáticos por los cuales pasarán y el lugar donde serán almacenados. Pues, estos pueden tener un impacto importante en el rendimiento de esta película.
Conociendo el proceso, permitirá saber qué tanta seguridad deben tener los productos, prestando atención a las tarimas que no se derrumben o se ladean.
Identificar los tipos de películas que existen, es fundamental para comprender su uso adecuado en cada caso, cuál puede ser adaptado, según los requerimientos del negocio y la mercancía que se desea transportar.
En términos generales, se pueden distinguir dos tipos de películas: las manuales y las automáticas. Cada una de ellas tiene especificaciones determinadas que las identifican y permiten adaptar, según las condiciones que se presenten y el presupuesto disponible.
Las películas automáticas se encuentran fabricadas en materiales diversos a las películas que son manuales. Lo que permite que puedan encontrarse a precios elevados en el mercado, dado que, tienen un mejor rendimiento.
Se trata de un material que presenta mayor peso y tamaño, por lo que puede usarse, generalmente, con la incorporación de máquinas especializadas. Debido a que puede estirarse hasta tres veces más que en el caso de las películas manuales.
Ya que, la película es estirada, su tensión se aumenta, lo que permite más resistencia a cualquier tipo de rasgado o punción que se pueda presentar, tanto por la tarima como por los productos o mercancías que se encuentran alrededor de esta.
Por otro lado, la película manual tiende a ser más liviana y es usada de preferencia por operadores de una manera directa, porque no requieren de una mayor fuerza para poder estirar y proteger la mercancía.
Ya que se pueden identificar los tipos de emplaye que existen o se pueden encontrar en el mercado y sus propiedades específicas, llega el momento de seleccionar la mejor alternativa para la empresa o negocio donde se requiere. Se debe buscar siempre aquella que se pueda adaptar perfectamente a las necesidades existentes.
Por tal razón, se deben conocer detalles sobre la transportación y condiciones a las cuales estarán expuestas las tarimas, porque se pueden encontrar distintos tipos de películas automáticas y manuales. Su uso adecuado va a depender de varias situaciones o ambientes.
Un caso particular es la exposición al sol. En este sentido, se pueden encontrar películas que se puedan adaptar a este factor ambiental, protegiendo así, la mercancía y conservando su nivel de resistencia y efectividad ante estas condiciones.
Es así cómo se puede asegurar que se esté usando una película óptima y que se ajuste a los requerimientos del negocio, ofreciendo así, los mejores resultados.
Conseguir productos para embalaje, es importante considerar un conjunto de pruebas que permitan, sobre todo, el manejo de las películas automáticas, a través de la información y datos que se consigan, mediante estas pruebas. Es posible identificar la forma en la que se requiere emplayar los productos o mercancía. Un ejemplo de ello, puede ser la cantidad de vueltas que se deben dar con las películas sobre una tarima.
Del mismo modo, se puede llegar a calcular el número de productos que se requieren para realizar cada uno de los procesos, así como, la fuerza de contención que se requiere sobre la tarima y la velocidad en la cual se debe ejecutar el emplayado.
Es recomendable hacer uso de maquinaria adecuada, según el tipo de película que se esté utilizando y, de igual manera, considerar la cantidad de máquinas que son necesarias para el proceso que se requiere en la empresa.
Esta cifra puede cambiar, de acuerdo al espacio que disponga la empresa, así como, los objetivos que se hayan trazado, porque un mayor o menor número de máquinas, puede llegar a generar un impacto importante, en lo que respecta al incremento de eficiencia del negocio.
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